Hoy estaba hablando con un amigo sobre pasar su PC de Intel a AMD. Se pasará a AMD por que no encontrábamos una placa base para procesadores Intel con las características que quería a un precio aceptable.
Esto me ha hecho analizar un dato que ya sabía pero que nunca había pensado en profundiadad: el monopolio de los chipset. Cualquiera que esté medianamente metido en este mundo ya sabrá de quién estoy hablando: Intel.
Sólo hace falta mirar una lista de placas base ordenadas por chipset para ver qué ocurre: Intel domina de forma apabullante todo el mercado de placas base para sus procesadores.
Hace tiempo podíamos disfrutar de un amplio abanico de fabricantes de chipsets, y aunque durante un tiempo Intel se consideraba como el chipset de lujo por su estabilidad, al final los demás fabricantes le atraparon incluso en este aspecto; sin embargo, Intel ha terminado por desplazar todos los demás fabricantes y ahora prácticamente es el único que podemos encontrar.
Pero realmente aún existen chipsets de otros fabricantes, tenemos a VIA, nVidia y ATI, todos tienen sus chipset para Intel… pero nadie los vende.
Tradicionalmente, en el mundo del hardware de Informática, la vida de un producto es muy rápida, ya que la competencia te obliga a lanzar productos nuevos compatibles con las nuevas tecnologías y añadiendo cada vez más capacidades. Sin embargo, Intel parece que tiene un as en la manga, ya que en ocasiones ofrece productos prácticamente desfasados, y sin embargo los sigue vendiendo cuando existen alternativas «no-Intel» mucho más modernas, con más características, y prácticamente igual de estables. Aquí es donde entran las técnicas no muy éticas de Intel: contratos que obligan a comprar a fabricantes sus chipsets junto con sus procesadores.
El resultado final es que el perjudicado es el cliente final; que obtiene menos por su dinero. Pero quizá esa genial idea malvada de Intel no le ha salido tan bien…
Hace muy poco que la denuncia que hizo AMD en este aspecto ha surgido efecto: Intel ha pagado a AMD 1500 millones de dólares y se ha comprometido a seguir un manual de «buenas prácticas» comerciales que han escrito conjuntamente. También hay que pensar en los técnicos como yo, que ya no compramos Intel: por el mismo precio que compras un equipo con Intel, puedes tener un equipo mucho más equipado y potente con AMD. E igual de estable, que eso a fin de cuentas es lo que nos interesa a los que nos ganamos la vida con el hardware.